Selección de las mejores portadas
“La revista mensual Comix Kiss Comix, referente del cómic erótico en España, cerró sus puertas tras casi 20 años de publicaciones con su último número, el 239.
Los
progresivos cambios en los hábitos de compra y lectura que alejan a los
lectores de los quioscos, siendo éste el principal canal de difusión de
la revista, y la competencia de contenidos eróticos gratuitos en
internet, han sido las causas principales del cierre de la revista.
El
primer número de Comix Kiss Comix se publicó en octubre de 1991 con el
ánimo de ser una publicación que celebraba y normalizaba el sexo en una
sociedad como la española, que tras cuarenta años de dictadura, no vivía
ni expresaba la sexualidad de una forma desacomplejada. La línea
editorial de la revista ha preconizado un tratamiento lúdico e
igualitario del sexo que rehuía los extremismos.
El final del sexo dibujado
Corren
malos tiempos (comerciales) para el cómic. Florecen las editoriales de
novela gráfica pero desaparecen las revistas hechas en España, aquellos
mensuales que conquistaron un hueco en los quioscos tras la muerte de
Franco. Agosto ha visto el cierre por sorpresa de Comix Kiss Comix, el
hijo calenturiento de la desaparecida El Víbora, cabecera legendaria de
Ediciones La Cúpula.
En
sus 20 años, Kiss publicó 239 números y abundantes álbumes. Se despide
sin grandes aspavientos, con un breve texto de Rubén Lardín: "Sin
dramas, eh. Aquí se acabó la fiesta pero seguro que hay otra en el piso
de arriba. Las fiestas se suelen acabar cuando se van ellas, pero esta
vez nos retiramos antes nosotros, rendidos".
José
María Berenguer, responsable de La Cúpula, explica con humor que
"ellas" son las cifras: "Kiss alcanzó ventas de unos 30.000 ejemplares y
tuvo ediciones en otros idiomas, pero ahora habíamos caído hasta las
6.000 copias. Como no atrajimos publicidad ajena, las cuentas no salían.
Alguna revista, como Eros Comix, repite historietas ya publicadas pero
nosotros le debemos un respeto a los lectores".
Las
razones del hundimiento parecen evidentes: "No es solo que ahora haya
tanto porno gratuito en la Red; incluso nuestras revistas se pueden leer
allí, en páginas de descargas piratas. Hicimos algún intento tímido de
pararlo pero aquello era un rompecabezas, con empresas pantalla en no se
qué país y servidores en otro continente. Incluso los abogados nos
aconsejaron dejarlo correr".
El
efecto Internet ha modificado aquella máxima del mundo editorial que
dice "el sexo vende". En La Cúpula ya lo sospechaban: "En los últimos
años de El Víbora, las portadas tenían un tono sexi pero eso no fue
suficiente. ¿Un error? No sabemos, este no es un negocio que te permita
encargar estudios de mercado. Y eran portadas técnicamente espléndidas".
Para
Berenguer, el final de Kiss supone una decepción personal: "Apostamos
desde el número uno por una sexualidad gozosa, sin culpabilidad y sin
humillaciones para la mujer. De hecho, lo más agradable fue recibir
cartas y emails de lectoras que nos animaban, que confesaban que solían
leerla en compañía de novios o maridos. No digo que siempre estuviéramos
a la altura de nuestros principios: comprábamos material muy fuerte de
maestros extranjeros como el chileno Ferocius, el inglés Erich von Gotha
o el argentino Francisco Solano López, que murió hace unos días".
Lo
tienen peor los autores locales, añade Berenguer: "No pretendemos
echarnos flores de descubridores de talento pero es cierto que muchos
dibujantes españoles llamaron la atención a través de Kiss y luego
terminaron en otros medios. Pienso en Paco Roca, premio Nacional del
Cómic, o en Rubén del Rincón. Kiss les ofrecía una plataforma de
experimentación narrativa y además les pagábamos. Siempre les quedarán
los fanzines pero resulta más difícil profesionalizarse. Es una tragedia
en un país donde siempre ha habido una gran cantera de dibujantes".
Fuente: diario El País.
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