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martes, 22 de noviembre de 2016

José Pedro Godoy expone en el Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile


El pintor de 30 años, uno de los artistas mejor cotizados de la escena local, exhibe por primera vez en la pinacoteca nacional. Desde el 6 de diciembre mostrará cerca de 50 cuadros recientes, que revelan sus referencias al arte clásico, pero también su obsesión con la cultura pop: el animé, las teleseries, la publicidad y sobre todo, el cuerpo masculino.



José Pedro Godoy (1985) repite varias veces la palabra seducción en esta entrevista. No sólo al referirse a la atracción que quiere provocar en quienes contemplan sus cuadros, sino también en la propia fascinación que siente con el ejercicio de crear una obra. Desde los 20 años está dedicado exclusivamente a pintar, y reconoce que no sabría hacer otra cosa. “Nunca he dejado de pintar más de dos semanas. La pintura me da orden, tranquilidad. Si no vengo al taller, me aburro”, dice.





A sus 30 años, está convertido en uno de los artistas jóvenes más cotizados de la escena local, y si bien su ritmo de trabajo es imparable, no son muchas las ocasiones en que exhibe su obra al público. La última vez fue hace cuatro años, cuando en el MAVI presentó El progreso del amor, una serie de 22 pinturas donde tributó al amor juvenil y al barroco francés – con guiños a obras clásicas de Fragonard y Cézanne -, a través de cuerpos desnudos posando sobre nubes y arcoiris, como si fuesen ángeles, o insertos en frondosos bosques nocturnos.



Esta vez el seductor pincel de Godoy va más allá: plasmando desnudos aún más explícitos y escenas delirantes de parejas teniendo sexo en medio de incendios y autos chocados o eróticas reuniones con hombres enjaulados. Los animales salvajes y las flores tampoco faltan. “Son los mismos temas que he trabajado antes, las relaciones entre naturaleza y artificio; lujo y lujuria; amor y ferocidad, pero llevados al límite. En estas obras fui más exagerado, saturé la paleta, la composición, y le di más valor narrativo a las imágenes. Me interesa ser provocativo, pero en un sentido seductor; aquí hay violencia, pero no para escandalizar. Tiene que ver con ese límite entre lo que es muy incorrecto, pero que se presenta de manera atractiva, seductora”, explica.


Hace tres años, Roberto Farriol, director del Museo de Bellas Artes, lo invitó a hacer un proyecto especial para el ala sur, incluidas dos rotondas del edificio. El resultado se podrá ver desde el 6 de diciembre en Historia violenta y luminosa, muestra que reúne 50 cuadros donde Godoy vuelca todo su imaginario, incluida su obsesión por el cuerpo masculino -con su estilizada mirada gay- pasando por su afición a la cultura pop, que va desde la publicidad, las fotos de moda y las películas de Pedro Almodóvar, hasta el animé y las teleseries.


En la gran obra de la entrada, de 3 x 1,190 metros y titulada igual que la muestra, un hombre desnudo abraza a su amada rodeado de caballos y cisnes; a un lado está el infierno: un extractor de petróleo, hombres y mujeres desnudos o vestidos con ropas sadomasoquistas, un cardenal con la sotana abierta muestra sus genitales, y como telón de fondo hay estatuas griegas doradas, humo y fuego. Al otro costado, el paraíso: la cordillera, los manantiales, los chicos y chicas con sus ropas veraniegas, el cielo azul.


“Para esta exposición vi de nuevo Lady Oscar y la última saga de Los Caballeros del Zodíaco. Y la gran obra que dará la bienvenida a la muestra está inspirada en Doña Bárbara y La Tormenta, dos mega producciones de Telemundo. Me interesa el género melodramático, sus personajes estereotipados, todo se divide entre buenos y malos, al límite de la moral. Y es lo que hago en mis pinturas, exagerar los sentimientos hasta que se vuelve todo un poco ridículo”, dice el pintor quien, más allá de su obra, se ha hecho conocido por su relación con el escritor Pablo Simonetti, con quien suscribió un Acuerdo de Unión Civil en enero pasado y a quien le ha ilustrado las portadas de varias de sus novelas.


¿Además de la televisión tienes referentes en la literatura?
Sí y me gusta leer, y como estoy casado con un escritor y tengo mucho contacto con otros escritores, siempre estoy expuesto a recomendaciones de libros. En ese sentido es súper estimulante la relación con Pablo, porque cada uno se acerca a la obra del otro con un foco súper distinto. Trato de leer de todo, libros de historia, poesía, novelas contemporáneas, biografías. Me gusta mucho Stefan Zweig, quien escribió la biografía sobre María Antonieta; Manuel Puig, Mishima, Truman Capote; en el verano leí La historia del amor de Nicole Krauss y me encantó, también Cumbres Borrascosas, que la leí cuando estaba en la Patagonia, y si hiciera una película de ese libro, lo situaría ahí.



Espíritu adolescente

Esta exposición también marca una década de producción, desde que Godoy comenzó a pintar siendo un estudiante en la Facultad de Artes de la UC, y para celebrarla también lanzará en diciembre un libro monográfico por Ediciones Puro Chile.
Lo cierto es que su trayectoria ha sido afortunada y sin baches. Recién egresado, ganó el segundo lugar en el concurso de arte joven del MAVI, ha expuesto en la Galería Gabriela Mistral, la Sala CCU y Gasco. Y aunque nunca ha tenido un vínculo duradero con ninguna galería comercial, siempre ha vivido de vender sus obras, con precios que van de los $ 80 mil, por sus dibujos en papel, a los $5.500.000, por sus pinturas de gran formato. “No sé cuál es la razón por la que mi pintura se vende. Tengo ciertos coleccionistas que siempre compran mis cuadros desde antes que saliera de la universidad, pero tampoco me interesa pintar con sólo ese objetivo en mente, de hecho no me gusta mucho ir a ferias. He tenido suerte, pero también siento que he trabajado para esto y que así como mi obra vende también puede dejar de pasar”, dice.


La libertad creativa y plástica de Godoy es evidente, y aunque su trabajo puede contener referencias artísticas a fotógrafos como los estadounidense David LaChapelle o Robert Mapplethorpe, su trabajo es honesto y bebe de un imaginario indiscutiblemente personal, donde lo erótico también está representado por la idealización de la juventud y la perfección de cuerpos siempre tonificados y lozanos.


“Esta exposición es un homenaje a las cosas que me gustan, es mi Olimpo personal, los lugares de pertenencia que fui encontrando en la niñez y en la adolescencia, ciertas canciones, series, imágenes que ya daban luces de cómo me sentía. También es mi obsesión por representar al hombre como objeto de deseo. O sea, de chico veía La laguna azul y había algo erótico y heroico para mí en el personaje masculino. No me interesa pintar mujeres, y aunque aparecen en mis pinturas, no son el foco central, porque no es como yo entiendo el erotismo”, concluye.


El artista.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Las curvas perfectas de Tetsuya Mishima




Poco y nada sabemos de Tetsuya Mishima. Esta pintora japonesa nacida en 1972 y graduada de la Escuela Central de Arte de Japón (Suponemos que en Tokio).
Desde 1995 ha realizado muchas exposiciones individuales en todo el país.


No sólo pinta desnudos, pero hemos hecho esta selección exclusiva por considerar que es con esta temática donde mejor expresa sus condiciones artísticas. Un academicismo a toda prueba y al servicio de la belleza femenina. El realismo del siglo XXI se ha globalizado y en especial ha anidado en Oriente, desde dónde surgen sus mejores exponente. Lo que nació en Occidente, en China y Japón se ha perfeccionado.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Como si no bastara con arteBA, ahora llega arteBa Focus

Un total de treinta galerías y 80 artistas argentinos participarán el 12 y 13 de noviembre, de la primera edición de arteBA Focus, en el Distrito de las Artes, al sur de la ciudad de Buenos Aires.


El Arte Contemporáneo no se rinde, al contrario, redobla la apuesta. El papelón vivido en mayo de este año no los intimidó y seis meses después reagrupan sus fuerzas y se lanzan de nuevo a la conquista del mercado del arte. Todo sea por ganar unos pesos...



Galerías, artistas y un galpón en La Boca: llega arteBa Focus, una nueva feria de arte.


En una entrevista concedida a la agencia de noticias Télam, Alec Oxenford, Florencia Battiti y Mariana Rodríguez Iglesias explicaron el proyecto. Ellas han tenido a su cargo la curaduría de esta feria. Aclararon que se invitó a participar a todas las galerías argentinas que estuvieron presentes en la última edición de arteBA en La Rural, tanto de la sección principal como del Barrio Joven.
"Es una feria bastante sui generis", reconoce Alec Oxenford, presidente de Fundación arteBA durante un desayuno con la prensa en Palermo. "Somos pioneros en este tipo de layout (disposición)", aclara el empresario sobre el formato diseñado sin stands, sin paredes y sin el típico escritorio donde se ubican los galeristas, algo que al principio desconcertó a más de uno, confiesan.
Arenas Studios, un inmenso galpón sobre la avenida Pedro de Mendoza 965, en La Boca, que funcionaba antiguamente como fábrica embolsadora y productora de arena, fue el escenario elegido para desplegar este evento que busca sumarse a la oferta cultural de la ciudad, pero principalmente dar muestras de apoyo a la iniciativa gubernamental de establecer un Distrito de las Artes al sur de la Ciudad de Buenos Aires.


Nos llama la atención que la obra clásica de Elba Bairón (arriba) convalide esta Feria. Al igual que la obra de Daniel Basso o Diego Figueroa.

La feria, realizada en colaboración con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, abrirá sus puertas al público el sábado 12 y el domingo 13 de noviembre de 12 a 20, en Arenas Studios (Avenida Pedro de Mendoza 965, La Boca, CABA). El valor de la entrada es de $100.

Ampliaremos...

martes, 1 de noviembre de 2016

Nicolás Radic y sus "modelos poco atractivos"

Nicolás Radic es un pintor chileno que inaugura en Santiago de Chile. El diario La Tercera le realizó esta entrevista que reproducimos.

Estudio de materiales es la muestra individual del artista, que se inaugura el 16 de noviembre en la Galería XS. El artista de 32 años, lleva una década pintando bolsas, aluminio o chatarra: objetos que para otros son basura.


Entrevista de Constanza Troncoso - Diario La Tercera

Chatarra: autos, refrigeradores, cocinas, fierro, plástico. Montañas de chatarra que se amontonan en cerros de más de 20 metros de alto, uno al lado de otro, en un universo colorido de desechos que parece interminable. En la fundición de fierro Gerdau Aza en la comuna de Renca, Nicolás Radic (32) se pasea como un arqueólogo buscando tesoros. “La gente al principio no entiende muy bien porqué estoy tan entusiasmado con su basura”, explica. Radic ha dedicado 10 años al estudio de materiales, a exponer elementos industriales brillantes- como el aluminio, el cobre o el plástico- a distintas condiciones de luz, para convertirlos a través de su pintura en objetos bellos, en modelos válidos para hacer arte. En su propio comedor, cuelga la imagen de una bolsa plástica azul de casi dos metros de alto. “De a poco también los demás se entusiasman y empiezan a mostrarme cosas: “¿Y esta? ¿No te tinca?”, le preguntan.
Una chatarra de cuatro colores, con un morado brillante al centro, centellea en la cima de una de las montañas. Radic la vislumbra a lo lejos, contempla la idea de trepar hasta ella, pero la descarta imaginándose aplastado por un cerro de basura. Uno de los trabajadores de la fundición que lo observa hace señas para que se acerque la grúa, que alcanza el elemento y lo deposita justo al lado del pintor: “La chatarra se transforma en pintura y la pintura se expone en una galería o en un museo; algo que iba a desaparecer, queda registrado para siempre. A eso yo le llamo rescate”.

"Me interesa generar una nueva iconografía: rescatar cosas que han sido abandonadas y traerlas de vuelta, presentar el material en sí mismo y generar una nueva forma de verlo", expresa.

En su taller se agolpan decenas de cuadros que retratan todo tipo de motivos: plástico de burbujas, una lámina de cobre, varios aluminios, carteles, bolsas, cobertores de camiones y empaques. En pocos días inaugurará su primera muestra individual, titulada Estudio de Materiales, en la Galería XS, en Vitacura, donde reunirá cerca de 30 cuadros: “Se trata de enfrentar todos los materiales con los que he trabajado los últimos 10 años, contraponerlos y generar un diálogo entre ellos”.


-¿Cómo partió la idea de pintar estos materiales que generalmente no parecen atractivos?
-Precisamente de eso trata la investigación. Encontrar modelos que no son atractivos, que no son motivos habituales de arte y meterlos dentro de la pintura realista. Me interesa generar una nueva iconografía: rescatar cosas que han sido abandonadas y traerlas de vuelta, presentar el material en sí mismo y generar una nueva forma de verlo.

-¿Se sintió incomprendido en un principio?
-Creo que mis motivos necesitan entenderse con un poco de tiempo, necesitan volver a mirarse, eso ha sido todo un tema en mi trabajo. También porque una cosa son las obras que la gente quiere ver en los museos y otra, las que quiere adquirir. Cuando piensas en un ambiente con el que convives a diario no es fácil ¿Podrías convivir con una bolsa de basura negra hiperrealista o con un papel aluminio gigante, arrugado y lleno de colores? Bueno, al principio cuesta.
-¿Qué trata de comunicar con estas pinturas?
-Me gusta descontextualizar los objetos, eso genera una extrañeza que los activa y que los hace anacrónicos. No tienen tiempo, no tienen espacio, no tienen funcionalidad. Te enfrentas a ellos solamente pensando en pintura. El arte latinoamericano en general es muy político entonces hacer algo que no sea político, que hable solamente de la pintura misma, genera tensión.



-¿Diría que su obra ha evolucionado en estos 10 años?
-Sí, bastante. Independiente de que hay estéticas parecidas, he sumado nuevos materiales y nuevos modelos, ese es un proceso que sí requiere una evolución, porque para poder pensar que la chatarra era un motivo válido había que pasar por el aluminio, por el plástico. No se llega a un nuevo material sin pasar por otro antes, sin entender el potencial de cada uno en la pintura. El ojo normal no puede ver todos los detalles, la textura que tiene, los colores. Hay una evolución en cuanto a aprender a mirar.


Junto con la exposición Estudio de Materiales, Radic lanzará un libro homónimo, en que recopila más de 100 pinturas y además una muestra de “lo que no se vio” detrás de sus cuadros, como las idas a la chatarrería y otros trabajos en terreno. La muestra permanecerá hasta el 12 de diciembre, luego el artista expondrá parte de su obra en la Feria de Arte Untitled en Miami.


Nicolás Radic y sus "modelos poco atractivos"

Nicolás Radic es un pintor chileno que inaugura en Santiago de Chile. El diario La Tercera le realizó esta entrevista que reproducimos.

Estudio de materiales es la muestra individual del artista, que se inaugura el 16 de noviembre en la Galería XS. El artista de 32 años, lleva una década pintando bolsas, aluminio o chatarra: objetos que para otros son basura.


Entrevista de Constanza Troncoso - Diario La Tercera

Chatarra: autos, refrigeradores, cocinas, fierro, plástico. Montañas de chatarra que se amontonan en cerros de más de 20 metros de alto, uno al lado de otro, en un universo colorido de desechos que parece interminable. En la fundición de fierro Gerdau Aza en la comuna de Renca, Nicolás Radic (32) se pasea como un arqueólogo buscando tesoros. “La gente al principio no entiende muy bien porqué estoy tan entusiasmado con su basura”, explica. Radic ha dedicado 10 años al estudio de materiales, a exponer elementos industriales brillantes- como el aluminio, el cobre o el plástico- a distintas condiciones de luz, para convertirlos a través de su pintura en objetos bellos, en modelos válidos para hacer arte. En su propio comedor, cuelga la imagen de una bolsa plástica azul de casi dos metros de alto. “De a poco también los demás se entusiasman y empiezan a mostrarme cosas: “¿Y esta? ¿No te tinca?”, le preguntan.
Una chatarra de cuatro colores, con un morado brillante al centro, centellea en la cima de una de las montañas. Radic la vislumbra a lo lejos, contempla la idea de trepar hasta ella, pero la descarta imaginándose aplastado por un cerro de basura. Uno de los trabajadores de la fundición que lo observa hace señas para que se acerque la grúa, que alcanza el elemento y lo deposita justo al lado del pintor: “La chatarra se transforma en pintura y la pintura se expone en una galería o en un museo; algo que iba a desaparecer, queda registrado para siempre. A eso yo le llamo rescate”.

"Me interesa generar una nueva iconografía: rescatar cosas que han sido abandonadas y traerlas de vuelta, presentar el material en sí mismo y generar una nueva forma de verlo", expresa.

En su taller se agolpan decenas de cuadros que retratan todo tipo de motivos: plástico de burbujas, una lámina de cobre, varios aluminios, carteles, bolsas, cobertores de camiones y empaques. En pocos días inaugurará su primera muestra individual, titulada Estudio de Materiales, en la Galería XS, en Vitacura, donde reunirá cerca de 30 cuadros: “Se trata de enfrentar todos los materiales con los que he trabajado los últimos 10 años, contraponerlos y generar un diálogo entre ellos”.


-¿Cómo partió la idea de pintar estos materiales que generalmente no parecen atractivos?
-Precisamente de eso trata la investigación. Encontrar modelos que no son atractivos, que no son motivos habituales de arte y meterlos dentro de la pintura realista. Me interesa generar una nueva iconografía: rescatar cosas que han sido abandonadas y traerlas de vuelta, presentar el material en sí mismo y generar una nueva forma de verlo.

-¿Se sintió incomprendido en un principio?
-Creo que mis motivos necesitan entenderse con un poco de tiempo, necesitan volver a mirarse, eso ha sido todo un tema en mi trabajo. También porque una cosa son las obras que la gente quiere ver en los museos y otra, las que quiere adquirir. Cuando piensas en un ambiente con el que convives a diario no es fácil ¿Podrías convivir con una bolsa de basura negra hiperrealista o con un papel aluminio gigante, arrugado y lleno de colores? Bueno, al principio cuesta.
-¿Qué trata de comunicar con estas pinturas?
-Me gusta descontextualizar los objetos, eso genera una extrañeza que los activa y que los hace anacrónicos. No tienen tiempo, no tienen espacio, no tienen funcionalidad. Te enfrentas a ellos solamente pensando en pintura. El arte latinoamericano en general es muy político entonces hacer algo que no sea político, que hable solamente de la pintura misma, genera tensión.



-¿Diría que su obra ha evolucionado en estos 10 años?
-Sí, bastante. Independiente de que hay estéticas parecidas, he sumado nuevos materiales y nuevos modelos, ese es un proceso que sí requiere una evolución, porque para poder pensar que la chatarra era un motivo válido había que pasar por el aluminio, por el plástico. No se llega a un nuevo material sin pasar por otro antes, sin entender el potencial de cada uno en la pintura. El ojo normal no puede ver todos los detalles, la textura que tiene, los colores. Hay una evolución en cuanto a aprender a mirar.


Junto con la exposición Estudio de Materiales, Radic lanzará un libro homónimo, en que recopila más de 100 pinturas y además una muestra de “lo que no se vio” detrás de sus cuadros, como las idas a la chatarrería y otros trabajos en terreno. La muestra permanecerá hasta el 12 de diciembre, luego el artista expondrá parte de su obra en la Feria de Arte Untitled en Miami.