Redes

viernes, 30 de septiembre de 2016

ITALIA: 10 pintores realistas



Hablar de Italia es hablar de arte, pero en especial de pintura y escultura renacentista. También es hablar de genios como Leonardo, Rafael, Miguel Angel, Caravaggio que marcaron la historia de la pintura de un modo contundente e inigualable. Después de ellos, Italia no produjo nada sobresaliente.
¿Cuáles podrían ser el pintores italianos más conocidos de los últimos 100 años: Amedeo Modigliani, Giorgio de Chirico, Felice Casorati ? no mucho más. Dos figurativos y uno surrealista.
Ahora bien, desde los ´70 los pintores italianos han vuelto a pintar priorizando el oficio y dejando una nueva impronta en el inagotable universo del arte realista.

Por Rubén Reveco. Licenciado en Artes Plásticas


He logrado seleccionar a estos diez, lo que de ninguna manera son los únicos y definitivos mejores pintores (vivos) figurativos, realistas, surrealistas o hiperrealistas de Italia. Los 10 pintores de la "gran familia realista" según lo que conozco y considero. Ustedes dirán.


1) Gigino Falconi


Gigino Falconi nació en Giulianova (Teramo) en 1933. Comenzó a pintar a la edad de 16 años y en 1954 obtuvo el Liceo Artístico de Pescara. Durante los primeros años de su carrera, enseñó dibujo en la escuela secundaria en su ciudad. Refinó su técnica copiando cientos de pinturas y dibujos. Logrando una comprensión de los secretos de la técnica y el color alcanzada por los grandes maestros de cada siglo.


En 1975 abandonó la enseñanza para dedicarse por completo a la pintura. Su método de trabajo despertó el interés de los críticos de arte y la prensa. Realizó exposiciones individuales en Frankfurt, Colonia, Düsseldorf, París, Nueva York, Toronto, Atlanta, Hamilton y Tokio. Participó en numerosas otras exposiciones en Italia y en el extranjero.

2) Alessandro Sicioldr

(Autorretrato) Alessandro Sicioldr es un pintor e ilustrador italiano nacido en 1990 en Tarquinia. Vive en Perugia. 


Trabaja principalmente con óleos y lápiz de color. Sus temas son imágenes surrealistas que vienen del inconsciente y que él representa utilizando una mezcla de técnicas contemporáneas y tradicionales. Su actitud visionaria comenzó a brotar en su infancia, cuando solía representar en sus dibujos mundos extraños y misteriosos. Esas manifestaciones tempranas llevaron a un asustado maestro del jardín de infancia a llamar a sus padres, pidiendo un exorcismo. Estudió y trabajó bajo la guía de su padre en su estudio de pintura clásica, donde aprendió no sólo cómo pintar, sino cómo preparar soportes, como mezclar y moler pigmentos y cómo construir y decorar marcos personalizados. En 2014 se mudó a su estudio propio. Su inspiración a menudo le viene de sus visiones de ensueños y de sus estudios de historia del arte, psicología, mitología, filosofía, literatura y ciencia. (Fuente)

3) Ricardo Mannelli

Riccardo Mannelli (1955), es un pintor e ilustrador. Ejerce como profesor en el Instituto Europeo de Diseño, donde coordina el departamento de ilustración.




"Mi investigación artística -expresa- se basa en un profundo interés en el estudio del dibujo de cuerpos vivos. He dirigido mis habilidades artísticas principalmente hacia los retratos de personas maduras, consiguiendo una excelente experiencia y rapidez en la creación de mis obras".
En sus cuadros, aparte de destacar el erotismo por la belleza anatómica de los cuerpos, no en vano es profesor de anatomía en el Instituto Europeo de Diseño, aparecen dos formas distintas de acercarse al desnudo, al sexo.
La primera es cristalina, donde emergen escenas, momentos muy reconocibles, tremendamente íntimos y emocionalmente cercanos, donde contemplación, pasión, excitación nos transmiten sentidos y sensibilidades, son entendibles por cualquiera de nosotros porque son una constante en nuestra vida. En estas obras aparece lo natural y espontaneo del ser humano. (Fuente)



4) Roberto Ferri


Este es un joven pintor italiano inspirado en otro italiano: Miguel Angel Merisi, el Caravaggio.
Roberto Ferri, nació en Taranto, Italia en 1978. En 1996 se graduó en la escuela de arte. Comenzó sus estudios de pintura por su cuenta y, después de trasladarse a Roma en 1999, se embarcó en un análisis en profundidad de la pintura antigua, de principios del siglo XVI hasta el XIX.


Además de Caravaggio, Ferri estudió y aprendió de los pintores académicos (Jacques-Louis David, Jean Auguste Ingres Dominique, Anne-Louis Girodet, Jean-Louis Géricault Theodoe, Charles Gleyre y William Bouguereau-Adolfe). En 2006 obtuvo su título, de la Academia de Bellas Artes de Roma. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas. Sus trabajos están presentes actualmente en muchas colecciones privadas.
Hemos selección un comentario de Juan Muro sobre la obra de este artista. Ha sabido interpretar mejor que nadie las características y cualidades de la obra de Roberto Ferri.


5) Marco Grassi

Marco Grassi es un artista italiano nacido en 1987 en Regio Emilia, donde vive y trabaja actualmente.
Tras finalizar su ciclo en la Academia de Arte de Bolonia, decidió dedicarse a tiempo completo a la pintura, pasión que le acompaña desde la infancia. Su primera muestra personal tuvo lugar en su ciudad natal, Reggio Emilia, en diciembre de 2013, en la antigua sala del Palacio Calcagni.



"A los 20 años comencé a estudiar arte en la Academia de Bellas Artes de Bolonia después de graduarme en Contabilidad. Asistí a un curso sobre restauración de pintura que me permitió entrar en contacto con la realidad del arte antiguo. Esto me hizo decidir lo que quería hacer por el resto de mi vida. Aprendí pintura y dibujo por mi cuenta. El único curso al que asistí fue a uno de dibujo del natural. No he recibido ninguna influencia directa sobre lo que podría o debería haber hecho, toda mi obra es sólo el resultado de mi imaginación y creatividad, y estoy muy orgulloso de ello."
"Hablando del carácter de mi pintura, yo no creo que sea justo llamarla hiperrealista, ya que la mayoría de mis pinturas no lo son: los temas representados sufren de hecho una contaminación, una metamorfosis que la excluye efectivamente de la categoría hiperrealista. Yo no encuentro correcto hacer un paralelo tan estrecho entre estas dos artes, es decir, entre la pintura y la fotografía. Veo a esta última sólo como un medio, una herramienta tecnológica con el fin de llegar a un resultado determinado en la pintura." (Fuente)


6) Luciano Ventrone

Luciano Ventrone nació en Roma el año 1942. Con cuatro años fue acogido en Dinamarca por Metha Petersen, mujer que le ayudó y le regaló su primera caja de colores… los mismos colores que marcarían su futuro. Regresó a Italia después de completar los estudios básicos, y se verá obligado, debido a las pobres condiciones de su familia, a probar suerte en diversos oficios que le permitirán, sin embargo, en 1960, asistir a la Academia de Bellas Artes en Roma.



Cuando los pintores de oficio y de talento eran testigos del pretendido funeral del noble arte de pintar y los conceptuales (que nunca había tomado un pincel ni sabían cuál era el olor a la trementina) lo presentaban como algo obsoleto y superado, aparecieron pintores en todo el mundo rindiendo homenaje a la pintura de caballete, y Luciano Ventrone es uno de sus mayores exponente.
La pintura no ha muerto porque rinde homenaje a la belleza, esa belleza rescatada por artistas desde siempre; esa belleza que tiene que ver con la sagrada eternidad (Fuente).

7) Francesca Strino

(Autorretrato). Francesca Strino nació en 1979 en Nápoles. Viene de una familia de artistas. Comenzó a estudiar arte en el "Liceo Artístico" y luego amplió sus estudios asistiendo a la Accademia di Belle Arti di Napoli con especialización en escultura y retrato.




Su potencial como artista pronto fue reconocida y fue invitada a presentar su trabajo en una exposición celebrada en 2002 para celebrar el 250 Aniversario de la Accademia di Belle Arti di Napoli.
En sus retratos íntimos Francesca captura una belleza efímera que es particular de las mujeres al borde de la edad adulta, en las cuales, consigue captar una inocencia conmovedora detrás de las sonrisas y miradas.



8) Giuseppe Mallia

Giuseppe Mallia nació en 1957 en Sicilia. Se trasladó a Parma en 1976, donde vive y trabaja actualmente. Comenzó experimentando casi de inmediato con el hiperrealismo. Decide asistir al Instituto de Arte de Parma Paolo Toschi. Mientras tanto, continúa su investigación, constantemente hacer frente a los artistas del pasado y conseguir un notable crecimiento artístico. En particular, estudió la pintura prerrafaelitas (especialmente su obra más representativa Holman Hunt), los nazarenos, Caravaggio y Vermeer.





Giuseppe Mallia, uno de los principales protagonistas del nuevo realismo italiano. Ante la sorprendente riqueza de detalles y la nitidez de su trabajo -el resultado de un cuidadoso estudio de la materia y varias medidas ejecutivas que en conjunto determinan la textura de la pintura- el observador participa visual y emocionalmente y transforma la estética de experiencia en una verdadera búsqueda de la verdad.

9) Roberto Bernardi

Roberto Bernardi (Todi, Italia, 1974). Artista especializado en el detalle más imperceptible. Sus obras suelen estar repletas de elementos que se acumulan o almacenan en estanterías, estantes, recipientes…



Sus primeros trabajos se remontan a mediados de los ochenta, donde se dedico al estudio de la pintura renacentista y la técnica pictórica, los cuales resultaron ser fundamentales para su entrada en el hiperrealismo.

Nació en Todi, en 1974 y ya desde pequeño empezó a pintar óleos. Posteriormente se trasladó a Roma, donde además de seguir puliendo su obra. En 1994 realizó su primera exposición en solitario y a partir de ahí todo fue reconocimiento y repercusión, exponiendo en numerosas salas y museos y apareciendo en infinitud de revistas.



10) Bruno Di Maio

Bruno Di Maio nace en Tripoli (Libia), de padres italianos; vive y trabaja desde hace años en la Toscana. Durante largo tiempo se dedica a la restauración, adquiriendo una habilidad técnica prodigiosa.
Pintor, grabador, además de excelente acuarelista, trabaja en gran parte para el mercado internacional y así su obra se puede encontrar no solo en las mayores ciudades de Italia, sino también en Los Angeles, San Francisco, New York, Tokio y Madrid, en colecciones públicas y privadas.




Alguna palabra a propósito de mí

He empezado muy pronto a chapucear con los carboncillos y con los lápices colorados. Fue mi único juego en la soleada soledad de la gran granja de propiedad de mis padres. Una larga enfermedad que me golpeó obligándome a cama por mucho tiempo, dónde desarrollé la precoz pasión por la lectura y los cuentos, La necesidad de poblar mis juegos de "amigos" fantásticos, La frenética tentativa de representarlos con los lápices colorados. Quizás todo esto, calentado por el implacable sol africano trazó mi itinerario obligado hacia la pintura.

He frecuentado el instituto de arte de Perusa y Roma donde he tenido la suerte de vivir todos los años formativos de mi adolescencia y juventud. He empezado pronto a trabajar en el entorno anticuario de la Capital, que fue de veras en aquel tiempo la ciudad del mito. Entre Plaza de España, calle Margutta y calle del Babuino, en el cuadrilátero ideal del arte y "centro"artistico del mundo he trabajado como restaurador, a lado de los mejores maestros de la época entre cuyo Pico Cellini, mi mentor espiritual. . Y ha sido entonces que he tenido modo de conocer y amar intensamente la gran pintura. El resto ha sido "inevitable". no pude que elegir de hacer este trabajo, porque tal es, considerándolo como mis ilustres humildes maestros siempre lo han considerado, los grandes artesanos que poblaron aquellas antiguas callejuelas: doradores, entalladores, ebanistas, los mejores de aquella época perdida. Sin nunca olvidar de ver el mundo con los ojos maravillados de un niño y de representarlo con la habilidad de un buen artesano. A todo hoy, no habiendo encontrado nunca una satisfactoria definición de "Arte" más que considerarme a un "Artista" prefiere mucho sentirme lo que en realidad soy: pintor. 


Ver también:



Próxima entrega 30 de octubre:
Perú

Ver también:






miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Por qué el artista plástico en Argentina celebra su día en dos fechas distintas?


¿Un día como hoy -21 de setiembre- o un 3 de noviembre? ¿Por qué los dibujantes, pintores, escultores y grabadores celebran su día dos veces al año?


El día 21 de septiembre se festeja el día del estudiante, el día de la primavera, el día internacional de la paz, el día del fotógrafo y el día del artista plástico por una simple razón, todas estas fechas representan un festejo a la creatividad, el desarrollo y la innovación.
Esta coincidencia no es un mero capricho del destino ni del azar, sino una justificada unificación de fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación, la creatividad, la naturaleza y el desarrollo del espíritu humano.



Ahora bien, hace algunos años un grupo de artistas considerando que el 21 de setiembre era una fecha más que nada simbólica y poco especifica, determinaron que el 3 de noviembre se adecuaba más al propósito conmemorativo. En esa fecha había muerto (1870) el que se considera el primer gran pintor de la Argentina: Prilidiano Pueyrredón.
Que los artistas plásticos tengas dos fechas para celebrar es al menos una curiosidad, que muchos desean que se mantenga por muchos años.
En el peor de los casos, se podría empezar los festejos el 21 de setiembre y terminar el 3 de noviembre. ¡Muchas felicidades a todos!

Prilidiano Pueyrredón nació en 1823. Murió a los 47 años, soltero, hijo de Juan Manuel de Pueyrredón, quién junto a José de San Martín planificaron el cruce de los Andes.

Es famoso por sus desnudos femeninos, como el polémico cuadro de "La Siesta", que provocó un gran escándalo y que fuera muy criticado por el sector más influyente de la sociedad de 1860.



Pero también pintó paisajes típicos. Escenas rurales y urbanas que pueden admirarse en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires.

jueves, 15 de septiembre de 2016

¡Por fin una pintora!

Marta Such nació en Zapala, provincia de Neuquén, Argentina. Inaugura este viernes 16 de setiembre en la Legislatura de Neuquén la retrospectiva más importante de su extensa carrera artística.

En estos días de confusión donde cualquiera puede ser artista y cualquier cosa es considerada arte, es reconfortante presentar a una pintora "de aquellas".
Quien dice Marta Such dice pintura. Y quien dice pintura también dice compromiso político; dice persecución, dolor y lucha.


Por Rubén Reveco. Licenciado en Artes Plásticas

La mujer, la convicción, el grito y la artista parecen ser hitos que están siempre presentes. Siempre está la mujer con sus sueños, con sus penas, con su pasión incondicional, con sus temas pendientes, con su mal carácter, con su palabra amable, con sus errores y con sus aciertos. Siempre está la artista. Porque en su obra vuelve eterno el momento simple y diario de muchos... Cuando Marta Such pinta, en realidad trabaja para pintar trabajadores.
Esto tiene un precio. Ser una artista que denuncia para enaltecer un oficio también puede ser una tarea dolorosa no sólo para el que padece la injusticia sino para el que la denuncia.
Pero no todo es protesta. Confiesa tener -como cualquier ser humano- temas pendientes y que quiere “resolver lo antes posible”. Es la Marta Such íntima que conocimos en una entrevista exclusiva para la revista Machete.



La obra

"Estos Hitos son cosas de mi tierra”, explica. En la exposición que inaugura este viernes en la Legislatura de Neuquen, se mostrarán obras realizadas durante toda su vida artística. Fue en la galería de Oscar Smoljan donde realizó su primera muestra individual en 1983. “En una casita que tenía Oscar… cuando recién llegó a Neuquén, alquiló donde ahora está el Partido Justicialista (o estaba), a media cuadra de la gobernación, en la calle Roca". 
-¿Y cómo le fue?
-Todos los cuadros fueron vendidos. Eran testimonio de mi soledad. Para mí el año ´83 fue una etapa muy dura. Desde el ´74 empezamos a sufrir persecución política. Todo el lío de mi vida empezó ahí. Nos escondimos en Zapala. No pinté hasta 1982 y para esa muestra sólo presenté mujeres solas.


-¿Siempre desde lo figurativo?
-Siempre. Porque necesito la claridad del mensaje. Lo abstracto nunca lo entendí. Pero si hay una buena conjugación de elementos, de forma y color, lo acepto; si hay un buen diseño cumpliendo todas las normas estéticas, ciertas convenciones de combinar colores, armonía y composición no me importan si es abstracto o figurativo.
Lo que no me gusta es la negación de la escuela. Más de una vez me preguntaron: "¿vos crees en la enseñanza artística?". Una vez recuperada la democracia en el año ´83 estalló la libertad. Y resulta que Jorge Micheloti, Carmen Oliveto, yo -y otros tantos- nos rompíamos el alma y queríamos que los alumnos aprendieran el oficio de ser artistas y que después hicieran lo que quisieran. Pero había un movimiento como de libertad absoluta… yo fui hasta denunciada por alumnos por autoritaria porque querían ser libres: “Basta de sumisión y de autoritarismo”. Entonces había un lío…
-La enseñanza va con la disciplina y eso tal vez lo asociaban a lo militar…
-Yo prefiero conocimiento del oficio. Si un carpintero no aprende su oficio no podrá hacer un mueble o un zapatero no podrá hacer zapatos... Y después vendrá la "libertad que tanto anhelan", podrás hacer llorar a la gente como podrás hacerla reír. El espectador no puede ser indiferente… Si hay algo bien hecho siempre el resultado será la emoción.


-¿Está conforme con su pintura, tiene un tema pendiente?
-El tema pendiente soy yo: Marta. No tengo ni la menor idea de quién es Marta, le han pasado tantas cosas. Lo personal nunca salió. Hasta el estilo quisiera cambiarlo, pero jamás a lo abstracto.
-¿Pero en esa necesidad de expresión qué es lo pendiente?
-Me adelanté 30 años en la cuestión social. Me pasé pintando a mis tíos, porque la verdad es que todos mis trabajadores son mis tíos. Siempre lo digo, porque me crie abrazada por albañiles. Ellos cantaban y tocaban la guitarra y eran actores y tocaban todos los instrumentos.
Yo andaba a los gritos en el año ´83, ´84, ´85, con los mineros. La primera muestra de trascendencia que realicé un 7 de mayo, Día de la Minería fue en Zapala. Y en la inauguración estuvo Amado Sapag, el intendente. Apareció con un ramo de flores y lo más lindo que cuando mostré el video me querían matar mis compañeros justicialistas (risas). Después de la minería me fui a los yacimientos, vi en qué condiciones trabajaban. Tengo un audiovisual en diapositivas muy lindo.


-¿Lo político, lo social, siempre?
-Siempre, todo me gustaba.
-Qué papel juega la belleza cuando muestra todo ese trabajo, esforzado, sudoroso, desmedido, sacrificado, mal pago ¿Qué tiene que ver con la belleza artística?
-Lo estético siempre está presente. Para mí lo estético está en la naturaleza, me refiero a lo vegetal, las montañas, los ríos.... Pero la belleza que yo veo trasciende a lo social. El paisaje del obrero trabajando no lo supera nada, no sé cómo no se dan cuenta. Son bellísimos los obreros de la construcción, por ejemplo.
-Más allá del tema, sus cuadros son bellos.
Sí. Me nace naturalmente porque, por Dios, me costó mucho. Tuve los mejores maestros, que se esforzaron para que yo entendiera. Aprender a ver, aprender a medir, aprender a gozar de una buena composición.

La artista de 20 años.


Such intima

-Volvamos… ¿qué tema pendiente existen en Marta Such?
-Yo, Marta. ¿Cuándo voy a pintar algo íntimo? Las cosas que me pasaron, mi hijo, mi madre, los dolores y las alegrías. Jamás pinté a mis padres, aunque a mi nieto sí. Pero a ellos no pude pintarlos. A mi papá laburante...
- ¿Y está en eso?
-Ya hice una pintura, pero no la voy a mostrar. Ya salió una, figurativa, muy extraña con un dolor terrible de mi vida, de un drama que hay en mi vida, tremendo, personal, totalmente personal, y salió. Está el cuadro pero no lo vio nadie.
-¿Y le duele?
-Uf, me mata, me dan ganas de morirme ya. Porque tal vez me reconcilie con muchas cosas si logro pintarlo. Porque está ahí adentro, como un bicho que lo escondí desde siempre, creo que a todos nos pasa. 
-¿Habría que dejarlos atrás? 
-¡Nooo, yo quiero ser feliz! Voy a sacar esos bichos y veremos qué pasa.


-¿Los podemos liberar con la pintura?
No lo sé. Ya empecé, hasta el momento me ha servido... sólo para hacerme llorar (risas). No sé si me curaré.
-¿Llorar es bueno?
Sí, posiblemente sí. Pero como no lo termino de desarrollar, le falta la salida, no lo logro.
-¿Cómo expresa el dolor un pintor? Para un escritor, un músico o un cantante le podría resultar más fácil.
-Cuando lloras sos capaz de trasmitir ese llanto mejor que nunca. Yo ahora quiero pintar la Marta llorando, pero la Marta llorando en serio, sin pensar en nada más, ni por qué lloré, ni nada… desde la tristeza denunciar, aunque parezca mentira, es una denuncia social, es un testimonio. Pero desde mi vida íntima, me cuesta explicarlo. Me gustaría reunirme con Marta algún día antes de irme.



-¿Hay dos Marta en conflicto?
-Sí, sí. Me ocupó toda la vida la otra, la social.
-Nosotros al menos conocemos a una.
-¡Todos conocemos solo uno de uno! A vos te conozco solo uno. Yo creo que todos somos muy parecidos. Eso lo vas notando con los años… vos te creías que eras el único que estabas atravesando por tal cosa y los seres humanos pasamos todos por lo mismo. Siempre mamá, papá, hijo, marido, primo, hermanito, hermanita, esa primera parte familiar la enterramos o la sacamos. Pero además problemas con los amigos que creíamos de verdad. Las traiciones…
-¿Y con el paso de los años ha sabido templarse? ¿Ser más tolerante, por ejemplo?
-Sí, y en estos últimos años más que nunca. Yo abrazo. Yo no abrazaba a la gente, porque nunca nadie me abrazó a mí. Hablo de ese abrazo ¿No? Y entonces empecé a abrazar y me encanta. Quiero decir que acá está empezando una reconciliación. Y cuando hablo de abrazos hablo de hermanos, hijos, amigos, todos. Puedo abrazarlo, tocar al otro. Creo que uno se muere cuando se tiene que morir. Así que hasta que no termine de arreglar algunas cuentas pendientes no me voy a morir. Y como me faltan muchas, voy a vivir bastante.
-¡Larga vida a Marta!
-Gracias.


Entrevista que le realizara en 1992, para el diario La Mañana de Neuquén. En esa oportunidad expresó: "...bienvenida la ciencia, el avance, el futuro. El láser, la computadora. Esto significa que cada vez vamos a hacer más cosas. No creo que los movimientos puedan ser reemplazados. Somos producto del pasado en unión con el presente. Pero nunca dejarán los pintores de pintar".

Junto al escritor Oscar Sarhan, director de Gestión Cultural de la Legislatura de Neuquén.

lunes, 12 de septiembre de 2016

La musa mayor de Amedeo Modigliani

Jeanne Hébuterne.

Lo que Vincent van Gogh es para fines del siglo XIX, Amedeo Modigliani es para comienzos del siglo XX. Los dos, sin proponérselo, construyeron la leyenda del "pintor maldito".
Muchas mujeres fueron parte de sus breves y tumultosas vidas. En el caso del italiano, una de ellas lo acompañó hasta el final de sus 35 años.


La historia de la mujer que supo vivir al lado de un “maldito”.


FUENTE: Letra Urbana

El libro de Lorena San Miguel "Simplemente Jeanne" es un  relato sobre la vida de Jeanne Hébutarne, la musa del artista Amadeo Modigliani. Este relato cronológico, hecho en primera persona, incluye descripciones de los lugares donde nació, vivió con el pintor y narra acerca de su suicidio, en París, en 1921.
La autora es licenciada en historia por la Universidad de Cantabria, y cursó un posgrado en Antropología, actualmente reside en la localidad de Suances.
La publicación del libro fue uno de los proyectos editoriales de Libros.com. Se llevó a cabo con la colaboración de mecenas a través de una campaña de crowdfunding y alcanzó la publicación en 2015.


Amedeo Modigliani

-Tu acercamiento a Jeanne Hébuterne lo haces de manera cronológica, ¿se debe a tu profesión de historiadora u otra razón?
-En cierta manera, puede tener alguna relación con mi manera habitual de enfrentarme a una historia que relatar, pues estoy habituada a que los procesos cronológicos me resulten más accesibles de transmitir. Por otro lado, considerando las diferentes maneras de acercarme a la narración consideré que el eje lineal de la historia podía encajar, en contraposición con la manera en que la protagonista iba viviendo sus devenires que poco tenía que ver con lo rectilíneo.


-Modigliani tuvo muchos amores, y también realizó muchas obras.  ¿Por qué te llamo la atención esta obra de Jeanne, con su traje amarillo, que te llevo a escribir un libro sobre ella?
-Esta fue la primera obra de Modigliani que vi en directo, en la exposición inaugural del Museo Guggenheim de Bilbao y ello quedó guardado en mi mente como el punto de inicio de mi “amor” por su pintura y su arte.  Otra de las razones que me llevan a considerar esta obra como referente, es que resulta un óleo poco visto y reproducido (al contrario que otras obras de Modigliani, como sus desnudos) a pesar de ser estéticamente muy bello y de tener un colorido muy impactante. Siempre me ha parecido un acercamiento muy íntimo a Jeanne. Parece una escena muy familiar, donde ella viste un simple jersey y que me lleva a recrear una escena de otoño en el estudio del pintor en París, mientras en la ventana continúa lloviendo y ella refleja esas gotas en sus ojos vacíos. Jeanne fue decisiva en la vida de Modigliani, le enseñó a ver la vida desde otra perspectiva, le acercó a Niza y a sus colores, le ayudó en los peores momentos y a salir del abismo en numerosas ocasiones. Su presencia fuera vital, aunque él no siempre fuese capaz de reconocerlo públicamente.

Durante la vida del pintor, sólo se publicó una nota crítica sobre su obra. La firmó Francis Carco, y apareció en el Éventail de Ginebra ("Modigliani",15 de julio de 1919), luego de una exposición colectiva en la Galería Dada de Zurich donde Modigliani fue invitado a participar. André Salmon había escrito una nota antes de la muerte del pintor, que se publicó, con casi nula difusión, en un número de 1920 de Art Vivant.

-¿Qué esperas provocar en el lector al traer al presente la vida de esta mujer?
-Mi intención al escribir esta historia es intentar sacar del anonimato a una gran mujer que puede aportarnos ciertos matices en la vida y obra de Modigliani. Esto se hizo más palpable al visitar su tumba en el cementerio de Pere Lachaise en París y vislumbrar una cierta soledad de ambos, fruto del paso del tiempo y del olvido de muchos. Así que fui al rescate de esta historia que me pareció tan interesante como triste, tan bella como amarga. Jeanne puede hacernos reflexionar sobre grandes ideas que forman parte del ideario humano con independencia del momento histórico que vivamos. Es como leer a Homero; de sus obras podemos obtener consideraciones aunque nos separen miles de años.

Hasta la publicación, en 1926, de Modigliani, sa vie et son oeuvre, una monografía de Salmon basada en esa nota, sólo es posible encontrar un artículo sobre el pintor: una horrible diatriba de Francesco Sapori (Arte mondiale alla XIII Esposizione a Venezia, Bérgamo, 1922), a partir de la participación de doce obras de Modigliani en la Bienal de Venecia de 1922.


-¿Es cierta la frase “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” en el caso de Jeanne?
-Sinceramente, no es una de las frases que más me gusten respecto a las relaciones entre un hombre y una mujer. Considero que es habitual encontrar mujeres junto a hombres influyentes que les permiten desarrollar su trabajo plenamente y que les aportan ciertos aspectos que acaban de encumbrar a esa persona. Creo que Modigliani era plenamente consciente de la importancia de Jeanne en su vida, en todos los sentidos, y por eso su forma de retratarla era especial.

La leyenda de Modigliani se disparó con la monografía de André Salmon; pero la buena opinión de la crítica, que comienza a formarse en esos años, se debe a trabajos de Fry, Einstein, Warnold, Reynal y Carco, publicados todos a partir de 1926.

-¿Qué es lo que más te llama la atención de Paris en 1920 en relación a la mujer?
-A medida que avanzaba el siglo y los procesos de modernización, la mujer fue ocupando nuevos espacios. Su presencia se hizo habitual en el teatro, las salas de cine, los salones de té y aun en los clubes sociales, en los cuales, a principios del siglo, sólo se permitía la presencia masculina. Durante los años 20, y como consecuencia del impacto de la Primera Guerra Mundial en los roles femeninos, sectores de mujeres de la sociedad local que tenían oportunidad de viajar al exterior o de leer y estar en contacto con publicaciones europeas adoptaron actitudes y comportamientos que se distanciaban del ideal femenino convencional. La moda se hizo mucho más sofisticada y así las prendas fueron permitiendo mayor libertad de movimiento en el cuerpo femenino, el largo de la falda se recortó de forma notable exponiendo a la vista las piernas, el cabello se llevó corto y se impuso el maquillaje. La coquetería reemplazó las actitudes de modestia y pudor, y entre los sectores femeninos de la élite se fue extendiendo la práctica de deportes. Además de las trabajadoras domésticas, las mujeres se desempeñaron en oficios artesanales que venían ejerciendo desde tiempos anteriores, tales como modistas, costureras, panaderas, sombrereras, zapateras y comadronas. Muchos de éstos eran extensión de sus actividades domésticas. Sin embargo, el hecho más significativo en la vida laboral de las mujeres en el siglo XX es su ingreso como fuerza laboral obrera y su progresiva emancipación económica, permitiendo ser dueñas de mayores facetas de su propia realidad.

André Salmon escribió una novela (La vie passionée de Modigliani, 1957) que contribuyó a difundir una idea fantasiosa del artista. En 1958, Jeanne Modigliani publicó su Modigliani senza leggenda, un intento de despojar la imagen de su padre del aura romántica que lo endiosaba a la vez que estigmatizaba.
Lionello Venturi, el gran crítico italiano, contribuyó -en medio de una disputa famosa con un erudito fascista- a cambiar la visión que los italianos tenían del pintor emigrado, a partir de la difusión de artículos en su revista Arte a partir de 1930.


-Si bien lo que descubres sobre Jeanne es que es una mujer frágil, y como indicas “va cediendo su espacio para dejar que él lo ocupe todo”, ¿qué te hizo suponer que había mucho más en ella?
-Ella despertaba en aquellas personas que la conocían una gran química, era una persona difícil de olvidar, a pesar de no ser una mujer estridente, como era habitual en el entorno del pintor.Jeanne Hébuterne pudo haber tenido una vida tranquila y pasar desapercibida. Su padre era cajero en un comercio importante, estaba casado con un ama de casa común, y tenía un trabajo estable con el que mantenía a su familia. En fin, un hombre muy católico y serio. Pero a Jeanne se le ocurrió salir de ese ambiente. Siguiendo a su hermano André, que soñaba con ser pintor, se fue a Montparnasse; lo cual implicaba un punto de irreverencia que para mí resulta vital en toda su trayectoria. Jeanne era, en palabras del escritor Charles-Albert Cingria, una joven amable, tímida, tranquila y delicada, lo que unido a su grandiosidad interior, la llevó a ocupar ese lugar central en la vida y obra de Modigliani. Ella despertaba en aquellas personas que la conocía una gran química, era una persona difícil de olvidar, a pesar de no ser una mujer estridente, como era habitual en el entorno del pintor. Ella fue plenamente consciente de la importancia de ser la piedra sobre la que Amedeo debía descansar y sobre la que debía construir su arte. Cedió en aquellos planos que, según su criterio, no la perjudicaban y fue siendo el centro del universo de su amado. Este hecho no siempre resultó sencillo, puesto que implicaba grandes conflictos con ella misma y con aquellos que la rodeaban.

Modigliani levanta, con su obra, una especie de encantamiento que ha dejado mudos a los especialistas.
No hay mediación posible; no hay posibilidad de valoración erudita; sólo cabe el contacto directo con su arte. Para quien se detiene y mira, empieza el infinito.


-¿Por qué el artista no la pintó desnuda como a otras de sus musas?
-Es una pregunta sobre la que no acabo de tener una idea clara. Por un  lado, creo que responde al lado más “machista” de Modigliani, de creer que el cuerpo de Jeanne era una especie de posesión suya. Sin embargo, en muchas ocasiones, el pintor demostró poseer un carácter bastante abierto en materia sexual y demostró con otras de sus amantes un matiz altamente liberal. También, no conviene olvidar que Jeanne procede de una familia muy conservadora en el tema religioso y el cuerpo femenino resulta un tema tabú dentro de este ambiente. Por ello, considero que el hecho de no dar a conocer ningún desnudo de Jeanne es, en parte, un acto de generosidad respecto a ella para no hacerla sentir una cierta vergüenza. Quizá, pueda ser una mezcla de ambas hipótesis.


"Desnudo acostado" es una obra pintada al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 60 x 92 cm. Está datado entre los años 1917 y 1918. En 2015 el cuadro fue subastado en Christie's y vendido a un coleccionista privado por 158 millones de Euros, convirtiéndose así en la segunda obra de arte por la que más se ha pagado en un subasta y superada tan solo por "Mujeres de Argel" de Pablo Picasso.


-¿En qué se parece la mujer de los años 1920 a la mujer actual?
-Es una cuestión bastante compleja, teniendo en cuenta que el hecho de hablar de mujer con un matiz de género y en sentido generalista puede llevarnos a algunos errores. A grandes rasgos, creo que a partir de los años 20 se inició un proceso de emancipación de la mujer que continúa hasta nuestros días y que requiere de una mayor implicación del conjunto de la sociedad para hacerse efectivo. Es cierto que existen ciertos universales compartidos por todas las mujeres de diferentes épocas que, en muchos casos, responde a su propio papel como madres y/o esposas que pueden ser equivalentes en los años 20 y en la actualidad.


Lorena San Miguel.