Redes

martes, 19 de mayo de 2015

Venecia: ¿Una bienal secuestrada por los ricos?

Pabellón español en Venecia.


Escribir sobre las bienales de Venecia, Sao Pablo y tantas otras, siempre me ha resultado un esfuerzo inconducente; templos del tonto solemne en el cual dudo algún día entrar. Sin embargo, existen, son convocantes, se hacen transacciones millonarias, la prensa habla de ellas y de vez en cuando aparece un "artista" que atraer las miradas porque su "obra" ha logrado escandalizar. 
El escándalo y el arte contemporáneo es un tema que trataré en el futuro, por ahora reproduzco este artículo aparecido en un diario y que nos representa cabalmente.



Escrito por Juan José Santos
Publicado en eldiario

La presente e irregular edición de la Bienal de Venecia está rodeada de polémicas, pero no debemos dejar que nos distraigan del problema principal que afecta al mundo del arte: ceguera, secuestro e hipocresía. La Bienal se ha convertido en una fiesta secuestrada por los ricos, donde el resto juega un rol secundario. Como ya lo decía Dave Hickey: “El cambio principal, del que la gente no se ha dado cuenta, es que ya no hay una clase media —hay una clase de cortesanos, que seríamos usted y yo—. 

Continúa en "más información"


Ceguera en la Bienal de la ciudad del ojo

El poeta Joseph Brodsky decía en Marca de agua, su carta de amor a Venecia, que era imposible tener pesadillas en “la ciudad del ojo”, donde “las demás facultades desempeñan un borroso papel secundario”. La Bienal se está convirtiendo en una fiesta secuestrada por los ricos, donde el resto de elementos, artistas, curadores, y sobre todo, espectadores, juegan un rol de agregado. Y donde es perfectamente posible tener pesadillas.
Ya se conocían los premiados del jurado: mejor participación nacional, República de Armenia (con el genocidio armenio de 1915 de fondo); mejor artista, Adrian Piper; mejor artista joven, Im Heung-Soon. Menciones especiales a Joan Jonas, Harun Farocki, el colectivo sirio Abunaddra, y al argelino Masinisa Selmani. La propuesta curatorial de Enwezor, así como sus decisiones electorales, han configurado una Bienal pretenciosa (desde el título, Todos los futuros del mundo) y políticamente correcta; varias obras se solidarizan con conflictos sociales y económicos pero sin ser excesivamente contundentes, con alguna excepción, como Who is Building the Guggenheim Abu Dhabi de Gulf Labour Coalition.
Hay propuestas simbólicas, como la desatendida lectura del Capital de Marx en el nuevo espacio Arena, intercaladas con grandes pinturas abstractas, que nada dicen sobre los posibles futuros del mundo. Un batiburrillo en ocasiones agobiante cuyo mayor problema es la ausencia de un sentido unitario; las obras no dialogan unas con otras, ni con los espacios. Las comparaciones con la anterior Bienal, la sugestiva tesis de Massimiliano Gioni, dejan a Enwezor en un triste lugar.
El espectador que ambicione intuir hacia dónde va el arte actual (algo que debe reflejar este evento) quedará desangelado. Verá muchos pabellones con obras que no es que no sean ni de centro cívico. No son ni de Aeropuerto de Barajas. Las exposiciones colaterales, que forman parte de la programación oficial, se abren a puja; quien tiene dinero para mostrar sus trabajos, entra. Y así, ese espectador desorientado nota como se le irritan los ojos, y decide hacer una estadística a mano alzada. Levanten la mano los que están aquí y son galeristas y coleccionistas. Vale, vale. Ahora, ¿algún intelectual en la sala? ¿Un escritor, un filósofo? ¿Nadie?


Plensa o Scully en los eventos colaterales de la Bienal.


El rapto veneciano

Los venecianos están fino allo sfinimento. Quedan poco más de 55.000 habitantes permanentes. Cada año mil venecianos abandona la isla. Cada año 22 millones de turistas secuestran Venecia. Entre los carnavales y las bienales (de arte, danza, teatro, cine y música), hay macroeventos diez meses al año. Okwui Enwezor tuvo la feliz idea de prolongar la Bienal un mes más. Por supuesto que están contentos de que vengan artistas, de ser centro cultural, y de tener trabajo asociado al turismo. Pero, ¿qué tipo de visitante? ¿Y qué cantidad? ¿Qué hay de los megacruceros que quieren llegar al centro de la isla rellenos de turistas, algunos de los cuales ni siquiera llegan a bajar del barco?
Como alegoría perfecta, diremos que Venecia está gobernada por un curador. En el 2014 el entonces alcalde, Giorgio Orsoni, y otros 34 políticos y empresarios, fueron detenidos por corrupción urbanística, acusados de enriquecerse a costa de la gran obra de ingeniería Moisés, con la que se pretendía liberar a la isla de los efectos de las mareas y el fenómeno de “agua alta”. Orsoni dimitió y fue sustituido por el comisario Vittorio Zappalorto. Mientras todo esto ocurre bajo las nubes de Tiépolo, Venecia se sigue hundiendo, unos milímetros cada década mientras prevalecen las discusiones para ampliar canales que permitan acceder a los grandes cruceros al centro.
Venecia es un pueblo; de comerciantes, de artesanos, en el que no hay automóviles, todo se lleva en barca o en carro. El ritmo de vida es lento, pausado. El que todos los futuros del mundo, de repente, arriben a la isla, es de difícil digestión. El que todos los turistas del globo lo hagan, es una tragedia. Por eso algunos venecianos fantasean con la idea de dar una nueva vida a la siniestra Isla de Poveglia, antes de que sea vendida por los políticos, y enviar allí a los visitatori indesiderati. Por ahora, se contentan con el accidente ocurrido en el pequeño muelle de la Fundación Prada; los elegantes invitados al cóctel de apertura de la exposición Clásicos portables acabaron mojándose el culo tras la ruptura de la estructura. Los cocodrilos no llegaron a tiempo.

Obra de María Verónica León en el pabellón ecuatoriano de la Bienal de Venecia.


Objetos, trabajo y turismo

Una de esas exposiciones esparcidas por la isla está en la Fundación Querini Stampalia. Antes de abordarla, un vistazo a una de las obras de su colección; “Charlatanes en la Piazzeta de San Marco”, de Gabriele Bella (1730-1799). Comediantes, músicos, espectadores, pícaros, reunidos en la plaza principal de Venecia. Sólo falta ver palos de selfie.
Porque sobre el fenómeno del turismo en la isla ha trabajado Jimmie Durham en su muestra “ Venice: Objects, work and tourism”. Con inteligencia, sensibilidad y mucha ironía, Durham realizó una investigación de campo en Venecia, rescatando objetos y souvenirs rotos, reciclándolos y recomponiéndolos, para situarlos en inadvertidos recovecos del palacio de la fundación. Al igual que se fusionan los pedazos encontrados para generar nuevas formas, se mezclan historias locales poco conocidas, industria veneciana, los detritus del turismo, la majestuosidad de los palacios para concebir lecturas críticas y divertidas. Sólo por disfrutar de exposiciones así, a pesar de todo, merece la pena venir a la Bienal.
Es compatible gozar de algunas obras de arte e invocar el espíritu de la Bienal de Sao Paulo del 2008 (“ la bienal vacía”). Las polémicas de este año son; la mezquita construida dentro de una iglesia, las protestas de los aborígenes australianos frente a “su” pabellón, la ocupación ucraniana del pabellón ruso, y el pabellón anónimo sin estado. Y por encima de todas ellas, la venta al por mayor de los espacios de los pabellones. Gracias a denuncias, peticiones de firmas y protestas, conocemos los casos de Kenia, de Azerbaiyán (con representantes como Andy Warhol), y, sobre todo, de los casos latinoamericanos.
Tenemos el pabellón de Guatemala, atestado de artistas no-guatamaltecos (Emma Anticoli Borza, Sabrina Bertolelli, Mariadolores Castellanos, Max Leiva, Pier Domenico Magri, Adriana Montalto, Elmar Rojas, Paolo Schmidlin, Mónica Serra, Elsie Wunderlich y Collettivo La Grande Bouffe), curado comisarios no-guatamaltecos (Stefania Pieralice, Carlo Marraffa y Elsie Wunderlic), titulado con un idioma no-guatamalteco ( Sweet death), y financiado de manera misteriosa. Como resumen del entuerto, no se puede entrar en su sitio web; en su lugar aparece el mensaje “not acceptable”.
El caso ecuatoriano; país representado por una instalación de la artista María Verónica León, residente en París, que repite presencia, y cuya obra no ha sido muy bien recibida por los ecuatorianos, como por Patricio Palomeque; “al parecer está muy buen relacionada y cuenta con dinero para autosustentarse”. La exposición es, la mires por donde la mires, inaceptable.
Lo del Pabellón Ítalo-Latinoamericano es indignante. Voces indígenas es una propuesta curatorial del comisario (parece que vitalicio) del pabellón, Alfons Hug, la reproducción de una recopilación de grabaciones de indígenas hablando en su idioma. Lo más cuestionable no es el contenido artístico (aunque el curador “someta” a los artistas, cuya huella es únicamente la grabación o obtención de grabaciones), ni la hipocresía de los participantes e invitados (el 95% de los asistentes y responsables de las “Voces indígenas” son mestizos u occidentales de clase media y de clase alta), sino la intra-historia; los artistas participantes tienen que pagar los 6.000 dólares de cupo, más viaje, alojamiento, etc…si quieren estar en la expo. En algunos casos, el artista ha invertido 16.000 dólares para poder poner en su currículum “Bienal de Venecia”. Ese es, finalmente, el objetivo.
No han podido escribir esa línea en sus portafolios los artistas costarricenses. Al gobierno de su país le entraron sudores fríos cuando el comisario de su pabellón les anunció que había conseguido a artistas capaces de pagar 5.000 dólares para poder sufragar los gastos. Eran 50. El gobierno retiró su participación, temeroso por la tremolina que se iba a liar.



Los futuros posibles de la muestra

El porvenir de Okwui Enwezor se ve tan brumoso como Venecia en invierno. Sus aciertos (selección de algunas obras, reivindicación de artistas africanos, presencia de más mujeres) se ven oscurecidos por su poco trabajado concepto curatorial, sus forzadas decisiones y la ausencia de manejo del contexto.
Por su parte, Paolo Baratta, presidente de la Bienal, ha anunciado que “podrían” haber nuevas regulaciones en la manera de seleccionar curadores por parte de los gobiernos nacionales. Sin duda, es un paso necesario aunque insuficiente. El futuro de la Bienal depende de un más exhaustivo control financiero de los pabellones, y de una moderación del evento. Por ponernos poéticos (y quizás, utópicos): por poner diques al mar.

Sé amigo en facebook de 

jueves, 14 de mayo de 2015

El realismo erótico de Riccardo Mannelli



Riccardo Mannelli (Italia, 1955) es un extraordinario dibujante y diseñador. Riccardo ejerce como profesor en el Instituto Europeo de Diseño, donde coordina el departamento de ilustración. Nos encanta su obra.
"Mi investigación artística -expresa- se basa en un profundo interés en el estudio del dibujo de cuerpos vivos. He dirigido mis habilidades artísticas principalmente hacia los retratos de personas maduras, consiguiendo una excelente experiencia y rapidez en la creación de mis obras".


Mannelli cursó topografía, quiero pensar que le haya ayudado a construir estas narrativas pictóricas con tanto realismo, y fue estudiante de arquitectura, pasó al activismo utilizando sus mejores armas, el dibujo y la comunicación visual, como no podía ser de otra forma en la Italia de los 80. Riccardo Mannelli ha sido Ganador del premio Forte dei Marmi per la satira política y está siempre presente en las principales revistas italianas satíricas y en los grandes periódicos de Italia y Europa.
En sus cuadros, Mannelli, a parte de destacar el erotismo por la belleza anatómica de los cuerpos, no en vano es profesor de anatomía en el Instituto Europeo de Diseño, aparecen dos formas distintas de acercarse al desnudo, al sexo.
La primera es cristalina, donde emergen escenas, momentos muy reconocibles, tremendamente íntimos y emocionalmente cercanos, donde contemplación, pasión, excitación nos transmiten sentidos y sensibilidades, son entendibles por cualquiera de nosotros porque son una constante, la constante, en nuestra vida. En estas obras aparece lo natural y espontaneo del ser humano.


(FUENTE)



















Sé amigo en facebook de 

martes, 12 de mayo de 2015

¿Por qué le hacen más cola a Kim Kardashian?

 La cola de Kim retocada con photoshop.

 La cola de Kim sin photoshop.

No es la primera vez que publicamos a Kim (aquí), lo que ya deberíamos considerar como un síntoma preocupante. Pero resulta que me ha llamado nuevamente la atención ese manoseo digital de sus partes íntimas para ampliarlas y ser un objeto mayor de deseo. ¿Para qué? pregunto yo, si basta y sobra con la real.¡Por favor, seamos realista!

La celebridad estadounidense sorprendió posando desnuda en pleno desierto y solo cubierta por unas capas de pintura blanca, en una sesión que protagonizó para el programa Keeping Up With the Kardashians, del Canal E!
Las imágenes fueron difundidas este domingo en el reality dedicado a su excéntrico diario vivir de las estrella y esposa del rapero Kanye West.
Pero no todo es glamour para Kim. También se dio tiempo para hablar de problema de salud que sufre. "Tengo psoriasis y no hay nada que pueda hacer al respecto, pero no hay razón por la que deba sentirme incómoda con mi cuerpo", dijo." Sólo quiero hacer cosas divertidas y artísticas", concluyó Kardashian, según reproduce el Daily Mail.

Sé amigo en facebook de 



sábado, 9 de mayo de 2015

Preservation, de Blake Little




El fotógrafo de retratos Blake Little cubrió a sus modelos de miel para su serie titulada "Preservation" ("Conservación"). 
Capturadas en movimiento, pero atrapadas en la viscosa miel, las modelos en "Preservation" empiezan a parecer esculturas móviles. 


La idea surgió cuando utilizó un poco de miel para una sesión de fotos más tradicional. Casi inmediatamente se dio cuenta cómo una mano impregnada de miel parecía haber quedado conservada en ámbar. 
Little buscó a modelos de diversas edades y con cuerpos diferentes. Descubrió que la miel tenía un "efecto democratizante". Transformando a los individuos en esculturas vivientes, los espectadores pueden olvidarse de los modos tradicionales de categorizar a la gente, y ver la idea de humanidad como un todo capturada en cada fotografía. 
En algunas fotos, la miel adquiere una forma diferente. En lugar de un elemento de conservación que captura a la vida, es una sustancia estimulante que da vida. De ella, nace un hombre. 
Como si fueran larvas saliendo de sus huevos, la lucha para nacer y encontrar un lugar en la vida queda capturada en esta poderosa imagen. Se agarran el uno al otro ciegos, esperando encontrar un sentido y seguridad en la compañía del otro. 
La serie completa puede comprarse directamente en la website de Blake Little.  También pueden adquirirse las fotos por separado. 



















jueves, 7 de mayo de 2015

La pintura de Alberto Bali




Alberto Bali es un interesante y versátil artista argentino nacido en 1944 en Rosario, que ha vivido muchos años en Europa, 6 años en Londres y luego en París.


FUENTE: El Hurgador

Según comenta Ernesto Mallo en un apunte biográfico presente en el sitio web del artista, la obra de Bali "expresa diversas nostalgias con inquietante objetividad, como si hubiera un intento no deliberado de vencer al olvido. Al contemplar, por ejemplo, esos paisajes urbanos y campestres, el observador no puede menos que sentir la ausencia de la figura humana y comprender sensiblemente que quien falta allí, es uno mismo. Aun en sus retratos o en las galerías de ladrones logra transmitir, a través de sus personajes esa misma ausencia en el mirar."
A través de una serie de mails intercambiados con el artista, hemos compaginado con Shirley Rebuffo una entrevista que presento aquí, y que nos desvela algunas claves de su obra, visión e intereses artísticos.
Junto con este, un repaso a los referentes artísticos de Alberto mencionados en la entrevista, en un post complementario aquí.










El artista

Sé amigo en facebook de